Niños disléxicos: cómo ayudarlos

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Muy buenas tardes estimados lectores, es un gusto reencontrarme con ustedes luego de algunas semanas de vacaciones. Hoy les propongo conocer en qué consiste y qué medidas pueden tomarse frente a la dislexia. Un tema que seguramente hemos escuchado nombrar en más de una ocasión, ya sea en los medios de comunicación o por comentarios de alguna persona conocida.

La dislexia es un trastorno de la lectura, que afecta a su precisión, velocidad y comprensión, siendo el más usual en los niños llevados a consulta a causa de problemas de aprendizaje. Implica una diferencia marcada entre el potencial de aprendizaje y el rendimiento en la práctica. El niño disléxico suele tener un nivel de inteligencia normal de acuerdo a su edad, o pudiendo ser incluso superior a la media. Por tanto, este trastorno específico, no significa una alteración general de todas las demás áreas.

La dislexia tiene por supuesto, implicaciones que van mucho más allá de las dificultades al leer. Desde lo psicológico, significa una herida importante en la autoestima, con su consiguiente sufrimiento a causa de los numerosos fracasos a lo largo de años. Durante la primaria estos niños dedican horas y horas para superar su dificultad, siendo los esfuerzos mayores a los resultados. Todo ello lleva a un agotamiento psíquico e intelectual.

Aproximadamente el 80% de estos infantes, presentan además disgrafía. De esta forma, la lectura está alterada junto con la escritura y ésta última es considerablemente más difícil de reeducar. A ello se debe que después de dos o tres años de reeducación, el pequeño haya aprendido a leer pero no así a escribir.

Antes de aprender a escribir, los niños van adquiriendo ciertos automatismos que les permiten ir avanzando en el dominio de la expresión gráfica, gracias a ello, al comenzar la escolarización sus primeras letras son relativamente regulares.
No obstante, eso no sucede con el niño disléxico, quien continúa con una producción torpe. Mientras sus progresos son muy lentos y logrados con arduo esfuerzo, no puede evitar compararse con los demás y notar no sólo que avanzan más rápido, sino que además disfrutan de aprender.


¿Cómo se los puede ayudar?

En primer lugar, es de suma importancia el apoyo y sostén de los padres, ya que juegan un rol fundamental a la hora de hacer comprender al niño que no es culpable de la situación, así como de acompañarlo a descubrir el placer de aprender.
Una actitud conveniente a tomar, es pasar tiempo con su hijo realizando ejercicios o tareas que le gusten y le salgan bien o en las que incluso se destaque. El objetivo aquí, es fortalecer los sentimientos de valía y confianza del niño, implica evidenciarle que sí es capaz, además de que cuenta con el amor y apoyo de sus padres.

Igualmente, con el fin de fortalecer su autoestima y valorarlo ante los ojos de la clase, los maestros pueden también poner énfasis en sus habilidades preservadas, como podría ser por ejemplo, la matemática.
Teniendo en cuenta que los compañeros de clase se darán cuenta de lo que le sucede, otra actitud pertinente que pueden adoptar los docentes es no sólo consolar al pequeño sino también dar explicaciones al resto de la clase, señalando que todos tenemos facilidad e inclinación por ciertas cosas, así como dificultades en otras, que no somos culpables de que hayan cosas que nos cuesten y que es importante valorar la dedicación puesta en superarlas.

Es necesario que docentes y reeducadores cooperen, y también evalúen en conjunto los resultados. Al no tratarse de un problema que surja súbitamente al comenzar el aprendizaje escolar, sino que muy probablemente este déficit ya exista desde el nacimiento, puede intentar detectarse en la etapa preescolar. De esta forma, podrían comenzar a implementarse medidas preventivas, que luego repercutan en un mejor desempeño y un menor sufrimiento.

Con educación ortofónica, la mayor parte de los disléxicos hacia el final de la primaria logran una lectura satisfactoria, que además les permite comprender el significado de los textos.  La lentitud con la que puedan leer y los errores que puedan cometer son en estos casos, aceptables.
Al comenzar la secundaria, necesitarán aún del espacio reeducativo para enfrentar las nuevas dificultades, así como de la ya mencionada valoración de sus puntos fuertes y de un interés por descubrir cada vez más y potenciar sus preferencias.

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3 comentarios

  1. qué interesante este post, varias veces había sentido nombrar la dislexia pero no sabía mucho de qué se trataba.
    Me encanta su blog, sigan así, ayudan mucho a la gente.

    1. Buenas tardes Nilda 🙂

      Muchas gracias por su comentario, nos da gusto saber que nuestros artículos le son de utilidad y que se siente cómoda en este espacio que hemos construído para nuestros lectores.

      Espero sigamos dialogando en próximos posts. Que tenga un lindo día

  2. Em realidad es la primera vez que me intereso en el tema de la dislexia,probablemente mi hija tenga esto ,y me ha sido de mucha utilidad este articulo puesto que no habia escuchado una opinion especializada sobre el tema yo creia que la dislexia solo era el cambiar el orden de los numeros o las letras muchas gracias y seguimos en contacto.

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